“Lo increíble, exótico y lujoso se mezcló en un solo lugar”. Así es cómo la mediática internacional calificó a uno de los shows más esperados no solo por los fashionistas, sino también por el mundo en general. Un evento, en donde la belleza, el glamour y la elegancia desfilaron en una extensa pasarela del New York Fashion Week: el manual de la moda para la primavera y verano 2020.
El manual de la moda para la primavera y verano 2020
Cada año, el show de la moda en New York sorprende. Por ende, hace noticia que rápidamente traspasa fronteras. Esta vez, lo novedoso e impactante, además de las prendas de los diseñadores top, fueron los looks de los asistentes. Es decir, todo fue una competencia de estilos con ansias de ser tendencia y, valgan verdades, lo lograron.
Como era de esperarse, los organizadores del New York Fashion Week 2019 hicieron que la Gran Manzana brille no solo por el escenario instalado para este evento, sino también por lo que se presentó en ella: modelos que lucían prendas alucinantes, con cortes exuberantes que de extremo a extremo mostraban los finos acabados.
Outfits que dejaban impactados tanto a los amantes de la moda como a los extraños de este rubro.
Esta vez, los diseñadores como Jeremy Scott, Ralph Lauren, Ulla Johnson, Longchamp, Brandon Maxwell, Marc Jacobs, Michael Kors Collection, Oscar de la Renta y Tom Ford, entre otros, tuvieron como premisa clave: hacer que cada prenda tenga “vida propia” y sí que lo consiguieron porque, a pesar de la belleza de los modelos, los asistentes más se concentraron en cómo se veía el vestuario.
Formas que estilizan el cuerpo y colores eléctricos que envuelven la vista hasta el punto de “querer tener uno de ellos”.
Los plisados, los brillos y también los entalles se mimetizaron. Esa confabulación intrínseca fue uno de los estilos más ovacionados de este certamen de derroche de moda.
Por otro lado, las transparencias eran dignas de admirar y copiar, que, de seguro, formarán parte del closet para esta primavera y verano 2020.
Sin duda, todas las prendas brillaron con luz propia. De más estuvo el estratégico despliegue de luces y reflectores.
La mezcla de conceptos vanguardistas, tradicionales y , sobre todo, futuristas, nunca antes visto, fueron uno de los tópicos que causaron sensación en el show.
Por ello, la estrategia de algunos diseñadores fue mezclar estilos. Por ejemplo, el conceto heavy metal con rockabilly, dando como resultado vestidos de cuero metálico o tubos de metal plateado con estampado de cebra, conjuntos masculinos con estampado hawaiano y chaquetas de papel de aluminio, por mencionar algunas.
Además, hubo prendas para todo tipo de personas. Desde minivestidos deslumbrantes con lentejuelas hasta sastres formales, esmoquin y chaquetas de satén, pero con toques moderno.
Ciertamente, otros diseñadores, fieles a sus creencias y costumbres, hicieron un mix de culturas al presentar una línea étnica de faldas de la India y vestidos de aires boho con adornos de conchas marinas. Algunas de las prendas contaban con estampados holandeses y fueron confeccionadas con las técnicas japonesas de shibori.
En resumen, la ciudad de los rascacielos presentó lo más sofisticado de la moda. Un show, en donde la calidad y diseño de las prendas eran indiscutible.
ESCRITO POR: JHONATAN OMAR CHAVEZ VENTURA
