Un destino extraordinario alejado de la rutina y de la velocidad del día a día, la Isla de Pascua en Chile es uno de los destinos más visitados por viajes internacionales gracias a sus famosas esculturas llamadas “Moai”. Un destino que alberga mucho más que paisajes extraordinarios, cuenta con una historia y un pasado realmente interesante.
Y la primera interrogante que nos surge es, ¿por qué se llama Isla de Pascua? Dicho nombre se le otorgó un 5 de abril de 1722 por su descubridor Jacob Roggeveen, un explorador holandés que llegó a la isla y le dio el nombre de “Isla de Pascua” ya que en esos días se celebraba esta festividad católica. Posteriormente Chile oficializó el nombre de la isla para el año de 1888 cuando la anexó a su territorio.
Este destino paradisiaco se encuentra en el Océano Pacífico Sur en el Triángulo de la Polinesia, a 3,526 km de la costa chilena. Además, cuenta con un territorio de 163 km2, con un total de 5,035 habitantes. Un destino con naturaleza impresionante y cultura misteriosa.
Rapa Nui
Se desconoce mucho de la cultura que habita en la Isla de Pascua, como la etnia rapanui, y el nombre de la propia Isla: Rapa Nui, siendo este el nombre tanto de la isla como el de la comunidad y el idioma. Su capital es Hanga Roa y su mayor característica son los “Moai” las estatuas que se encuentran distribuidas por toda la isla.
Por años dichas estatuas han sido el principal atractivo de la isla, así como su belleza natural por la que los viajeros deciden ir a descubrir este lugar. Pero también hay una gran historia detrás de dicha belleza. Como lo fue la colonización durante el siglo XIX en donde la población rapanui sufrió varias epidemias y el deterioro de su cultura a causa de las expediciones que se realizaban.
Después de la colonización el número de los habitantes nativos fue sólo de 111 habitantes, cuando anteriormente eran 14,000, un resultado catastrófico a finales del siglo XIX. Posteriormente fueron anexados al país de Chile, al departamento de Valparaíso en el año de 1966.
Afortunadamente hoy en día los habitantes de Rapa Nui gozan de tranquilidad y paz social y se concentran en la protección del medio ambiente y sustentabilidad, el crecimiento de su cultura y la educación social.
Paisajes que quitan el aliento
Museo Antropológico Padre Sebastián Englert
Un museo que posee una colección de aproximadamente 1,500 piezas que representan el legado de la isla. Este museo se fundó en el año de 1973 y contiene una serie de colecciones de fotografías, archivos de música tradicional, así como una biblioteca de 3,000 publicaciones y el único moai femenino.
Ahu te pito Kura
Aquí podrás encontrar el moai más grande de la isla, con un total de 11 metros de longitud y fue transportado desde Rano Raraku. En esta parte de la isla se fomenta el ecoturismo, actividades culturales y por supuesto, turismo de aventura, en donde se practican diversas disciplinas en las laderas de la zona.
Playa Anakena
Un balneario que se caracteriza por sus aguas de color turquesa y arenas en tono coral, además cuenta con los moais de los ahu Ature Huki y el Nau Nau, los cuales fueron restaurados en 1954.
Sin duda, un destino que vale la pena, porque descubres una cultura extraordinaria, una ubicación realmente única con moais impactantes, y a la vez es una aventura que no defrauda.
Por: Sandra López
