Esta semana, el gato negro te llevará a recorrer el mar de los valientes. Si te estás preguntando donde es, pues la respuesta es: dentro de ti. Un viaje inusual que probablemente en esta cuarentena ya hiciste.
Entonces hoy vamos a navegar en aquel mar, donde las corrientes y las olas nos van a sacudir un poco… pero no te preocupes, valdrá la pena.
La cuarentena en muchos países ya terminó mientras para algunos está por acabar. Cada quien se dio su pequeño descanso. ¿De qué? ¿o de quién? Y ahora que la cuarentena acabará, ¿Qué cambiará en tu vida? Porque el mundo ha cambiado, esto es un hecho.
Creo que en tu pequeño entorno habrás notado algunos cambio. Desde tu amiga que empezó su blog de cocina que siempre quiso tener pero no se animaba, hasta el amigo que sacó por fin su talento de comunicólogo y empezó con webinars y en vivos.
Pero también ha sido un momento de reflexiones, a cerca de amistades, parejas, hábitos, trabajos y deseos. Es bien curioso que la gente empiece a soñar justo cuando “se les niega” la libertad. Casi como una rebeldía, de esas positivas.
¿Y tú cuales sueños has por fin sacado del closet
“gracias” a esta cuarentena?
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Ahora es el momento de navegar en esos mares movidos de los que te hablaba al comienzo. El tema del trabajo durante esta pandemia ha sido algo complicado. Por eso los etiqueté como mares movidos. Una tormenta de emociones que realmente me dejaron KO.
Si tienen leyéndome desde que empece, sabrán que soy de Italia y que la situación no fue fácil. Trabajo como love coach principalmente pero también soy modelo y trabajo en los eventos. Uno de los sectores más afectados en Milán, la ciudad donde vivo.
Algunos, como yo se quedaron sin trabajo, o tuvieron que adaptarse a la situación y reinventarse. Algunos decidieron tomar este tiempo para capacitarse más en lo que hacían; otros tomaron la decisión de emprender algo por si mismos.
Eso es valentía pura. No importa la circunstancia. Bueno, en realidad importa solo porque en medio de tanta instabilidad afuera, encontrar la propia adentro es algo que solo los valientes hacen.
Y si me estás leyendo, estoy segura de que eres uno de esos capitanes valientes que se aventuraron en el mar de los valientes. Aguas tormentosas, difíciles.
Si en algún momento si sintieron como ese barquito durante esta cuarentena, y lograron “sobrevivir” sin ataques como los de Britney Spears cuando se rapó… ¡mis respetos!
Toda crisis interna o externa tiene un final. La sociedad nos ha ensenado a ver los finales como algo negativo tal vez. Pero te aseguro que no es así, es solo cuestión de perspectivas.
Mi consejo principal, cualquier final tú hayas tenido, es: Afila tus uñas y prepárate porque un nuevo capitulo de tu vida empieza. Pero… ¿Por dónde empezar? Mi único consejo es…
Se dice que si haces algo que nunca has hecho, recibirás resultados que nunca has tenido. Sobre todo en tu nuevo emprendimiento, siendo tu nuev@ yo, en tu nueva normalidad, haz algo que nunca hiciste. Sal de tus hábitos y revoluciona aún más tu forma de hacer las cosas.
¿Quieres saber yo que hice?
Mi barquito en el mar de los valientes me llevó a adoptar un gato. Siempre quise tener uno, durante la cuarentena he tenido momentos de soledad donde hubiera adoptado cualquier animal, con tal de tener un poco de esa compañía sana y desinteresada.
Siendo sincera, traté de llenar el vacío que mi trabajo dejó en mi vida, con algo que pensé iba a ser útil de alguna forma. Busqué entre miles de paginas, fundaciones, asociaciones de adopción a distancia de animales en el mundo.
Ahora también soy mamá de un koala y de un pingüino emperador.
Por si te animas, aquí te dejo la página. El tema no es hace locuras, es empezar a salir de un loop donde nuestra vida se repite, y con ella también nuestros errores que nos llevaron a tomar nuestro barquito y a salir a enfrentar las olas de este mar.
Piensa un poco en como salir de ese loop y enfrentar las olas del mar de los valientes.
Para mí ha llegado la hora de echar el ancla, los espero en la orilla bailando esta canción, espero les guste.
¡Suerte mis amigos marineros y soñadores!
Miau.