La firma de moda Balenciaga y el artista Harry Nuriev se unieron para crear un sofá, así fomentar el mensaje del cuidado del medio ambiente mediante el reciclaje con prendas de alta moda.
Harry Nuriev es el fundador de Crosby Studios, además de ser artista y arquitecto. El estudio está ubicado en Nueva York y Moscú, en los cuales trabajan proyectos residenciales y de hospitalidad.
El arquitecto Nuriev no solo diseña interiores también hace muebles personalizados y objetos de arte. Ha trabajado con marcas como Nike, Cushman & Wakefield, Gorky Park, entre otros; de los cuales varios fueron publicados por The New York Times, Vogue, Wallpaper, AD, Elle Decoration y Dwell.
A su vez, la firma española fundada por Cristóbal Balenciaga que revolucionó la moda de 1950 con sus “dobladillos de salón” y líneas “semi fit” junto a la introducción de vestido saco.
Así, desde 1997 la directora creativa Demna Gvasalia y su predecesor Nicolas Ghesquière han trabajado de la mano con los archivos de los primeros diseños de Balenciaga para mantener la esencia presente. Gvasalia es fiel a la influencia de la deconstrucción “Destruir para crear”.
SOFÁ BALENCIAGA
Con la intención de crear más conciencia ambiental y ética sostenible unieron talentos en una pieza de arte totalmente funcional, haciendo un llamado de fomentar practicas ecológicas. Así en este caso, reciclar prendas que la firma no logró vender y poder darle una segunda vida.
La forma del sofá está inspirada en los modulares reclinables que son mullidos. Este, es de vinilo transparente relleno de prendas de Balenciaga de temporadas pasadas, en cada una se aprecia la etiqueta o el logotipo de la marca.
El proyecto estará expuesto del 3 al 8 diciembre en el Design Miami en Art Basel; ubicado en la Avenida Meridian y calle 19.