La antigüedad es una de las cualidades que suele resaltarse para las casas de diseño, desde ropa hasta mobiliario. Después de todo, una marca que logra superar el paso del tiempo, se lo debe a la calidad de sus creaciones y el saber estar a la vanguardia.
Cire Trudon tiene el privilegio de ser la marca fabricante de velas más antigua del mundo, con casi cuatro siglos de existencia. Durante este período, sus creaciones han iluminado palacios, templos y mansiones, hasta la llegada de la luz eléctrica y más allá.
El secreto de las velas Trudon yace en la calidad de sus materiales: cera hecha a base de ingredientes naturales, y una mecha de algodón puro. Como resultado, se obtiene una vela que arde de forma limpia durante muchas horas.
Una larga y luminosa historia
Fundada por Claude Trudon, esta casa abrió sus puertas en 1643 como un almacén en el barrio parisino de Saint-Honoré, fabricando velas para uso doméstico y eclesiástico en la parroquia vecina de San Roque, la cual usa estas velas hasta el presente.
En 1687, su hijo Jacques se convirtió en el suministrador oficial de velas de Versalles, al punto que la Maison creó el lema Deo rebique laborant (“Trabajan para Dios y el Rey”). Además de referirse a la casa real, esta consigna le rinde tributo a las abejas, cuya cera fue la materia prima (a diferencia de otras que usaban sebo) de las velas Trudon por mucho tiempo.
Por las siguientes generaciones, la familia Trudon proveyó con velas a los reyes de Francia; y después de la Revolución, le suministraron iluminación a la corte de Napoleón Bonaparte.
A finales del siglo XX, la Maison comenzó a vender velas fragantes que se salen del molde; con delicadas y exquisitas fragancias comparables a los perfumes más costosos del mercado.
En consecuencia, se han ganado adeptos de la talla de John Derian y Giambattista Valli, quien colaboró con la marca en 2014, además de numerosos diseñadores y celebridades.
Con una historia tan larga y una reputación tan brillante, Cire Trudon es más que una marca de lujo. Es un ejemplo de cómo las mejores creaciones superan el paso del tiempo.