La energía que la naturaleza me transmite, espero poder transmitirla a través del arte.
Light Andrade
Caminar, tropezar y levantarse es básicamente el recorrido que haremos todos. Conforme sigamos caminando, encontraremos personas, lugares, situaciones y experiencias que nos revelan una parte sustancial de la vida que no conocemos. Light Andrade una persona que ha sabido reconocer esas revelaciones y marcarlas en su estilo artístico como solo ella puede hacerlo.
Hoy en Velvet Hunting entraremos a la casa de una de las artistas de Guatemala que ha hecho de su vida un estallido de color. Light Andrade ha descifrado los códigos de la psicodelia para traernos un cúmulo de reflexiones y experiencias de las que aprenderemos. ¡Aprenderemos a todo color!
Cuando hablé con Light Andrade pude darme cuenta de que su vida está llena de pasos agigantados para ella misma y para su estilo. La artista ha estallado su propia burbuja, esa que le decía qué hacer y cómo comportarse; la estalló de la mejor manera: Encontrando el color.
“Yo ya sabía lo que me gustaba, desde los tres años siempre me han gustado los papeles, los colores, los crayones” Pero Light no siempre estuvo en ese camino, la artista guatemalteca encontró todo lo que hoy nos ofrece mucho tiempo después. “Yo salí de un colegio de monjas, allá nunca te dicen que eres buena para el arte, los exámenes que te haces de aptitud son para ser ingeniera o arquitecta…y a todos nos mandaban a la misma universidad para seguir ese núcleo del opus dei”
La niña de casa, dulce y tranquila entró a la universidad a estudiar microbiología y bioquímica. Pero sus notas empezaron a caer.
Esa misma niña, durante sus años de colegio, siempre estuvo en los primeros lugares con las mejores notas académicas. Entonces, ¿Qué ocurría? Sencillo, ella estaba hecha para otra cosa. Sus manos estaban hechas para otras cosas.
Después de tomarse un año para pensar cuál sería su rumbo y de preguntarse “¿Realmente quieres estar en bata blanca toda la vida Light? Yo empiezo en blanco y lo pinto de colores. No puedo estar en blanco”. La revelación llegó y la burbuja estalló. Un día pudo ver uno de los proyectos que la Universidad Rafael Landívar le había asignado a una de sus amigas en Diseño Gráfico: “Allí encontré de nuevo lo que me hacía vibrar el alma, los pinceles, los colores…”
El estilo tan particular y marcado de Light Andrade no siempre fue como es hoy. Fue un descubrimiento, entre tanto estaba en la universidad y salía del caparazón que el colegio de monjas le había impuesto.
“Mi estilo viene de la psicodelia del rock de los años 70’s y 60’s…no es que estuvieran de moda, es que el contraste que tuve de salir de un mundo católico a la universidad me abrió la mente. Conocí otro tipo de personas, otras cosas…allí fue cuando me topé con el mundo real. Pasé de la niña santa a la vida real dónde existía rock, alcohol y psicodelia. A mí siempre me han explotado la burbuja, y si tu no conocés, no vivís.”
A los 19 se empezó a forjar toda la personalidad que hoy Light Andrade tiene. “La idea al final es ser tu mismo, no quería tratar de ser, quería ser”
Después de conocer todo tipo de personas en la universidad, la artista tuvo la experiencia de ser coartada. “Un día con mis compañeros estábamos sentados en las mesas de un lugar al que llamábamos el bosquesito. Empecé a pintar las mesas y todos empezaron a pintar la mesa. Quedó bien bonita y yo pinté a The Beatles. Hago énfasis en esa mesa de madera porque pinté Yellow Submarine en esa mesa, luego pinté un Bob Marley y el lunes cuando llegamos las mesas estaban lijadas, completamente borradas”
Ese día Light quedó consternada, habían eliminado algo que ella había hecho con mucha pasión y cariño. Por eso decidió encontrar un lugar donde volver a plasmar lo que en esa mesa había pintado. No hay muchas opciones cuando acabas de empezar a reconocer tu estilo: Light pintó una de las paredes de su casa. Claro, primero le pidió permiso a su mamá. Hoy esa pared hace parte de su estudio, y adivinen, su estudio se llama Light Design Studio, de cariño, Yellow Submarine.
El primer premio que Light Andrade ganó fue la intervención de una botella para el concurso Enbotellarte de Something Special. En el 2009, su segundo año de universidad, Light ya estaba forjando su camino. Después de participar al lado de 150 personas, que incluían catedráticos de la misma universidad, Light ganó el primer puesto y con el premio consiguió pagar sus estudios.
Actualmente, Light Andrade es una diseñadora, muralista, artista e ilustradora que combina su estilo de numerosas tonalidades con su inclinación a la naturaleza y la música. Ha trabajado con la comunidad, con el proyecto Bonito mi Barrio que busca darle vida y color a los barrios más necesitados de Guatemala. Un festival de murales que, como dice Light, “Busca llenar de colores las calles de Guate” .
Light me dice: “Todo es inspiración al final del día y la mejor sale de tus miedos. A partir de una experiencia nace tu inspiración y tu concepto”. Por eso algunas de las obras más importante de Light han sido bajo esta idea: desde ilustrar una gran serpiente en el zoológico, hasta crear un mural con furia porque no se lo permitieron plasmar en otro lado.
Cuando le pregunté sobre la definición de su arte, claramente y sin titubeos me dijo “Explosión de color”. Su línea ha siempre sido similar. Ella ha tratado de tener planos orgánicos y saturados como en los 60’s y 70’s, donde todo es muy cargado de color y movimiento, pero donde a la vez aprecias una imagen.
“Siempre he querido que mi arte transmita movimiento, que cuando tú lo veas, se mueva por sí solo. También trato mucho de incluir elementos naturales, hojas, flores, plantas, animales. No es simplemente que mi estilo sea similar, es que hay una unidad en él”.
Una de las cosas más notables de conversar con Light Andrade es la confianza que tiene en países latinoamericanos para compartir y construir proyectos artísticos. Me habló de Colombia como uno de esos países que la han enamorado, tanto por ser la cuna de grandes artistas, como por el apoyo que reciben por el medio y la cultura nacional. “Espero un día poder ir a Colombia, hacer proyectos allá y muchas cosas. Siento que se parece mucho a Guatemala. Espero ser una invitada pronto”.
Las metas y propósitos de Light Andrade están directamente relacionadas con lo que más la inspira. Por eso, escudriñar entre las formas en las que ve el mundo, los mares de colores que la motivan es todo un privilegio para nosotros.
“A mí lo que me inspira son las experiencias y los paisajes que veo cada vez que viajo. Me gusta estar metida siempre en ese bosquesito, rodeada de la naturaleza. Esa energía que la naturaleza nos trasmite, espero poder trasmitirla a través del arte…ponerla en un papel”.
Preguntarle a Light sobre su enseñanza, ese matiz pedagógico de su obra, hace que quiera enviar un mensaje. Y es un mensaje tan honesto y fuerte como ella: “No importa si te equivocás en el camino que sea que estés tomando, no tiene que ser del arte. La gente tiene que saber que debe seguir adelante. Cuando les digan no, deben seguir por sus sueños.”
A pesar de ilustrar prodigiosamente, Light aún cree que no es experta. Esto hace que sea tan humilde como la naturaleza en sus obras, y que sean muchos los jóvenes, niños, artistas primerizos que quieran acercarse a ella y preguntarle “Light, ¿me enseñas a hacer murales?”, a lo que ella responde, “Yo también estoy aprendiendo, te enseño lo que sé”.
Su principal objetivo es “Pintar Guatemala de colores, cada calle, cada escalón. Que haya color en donde sea. El arte es la solución a muchos problemas sociales”. Ella es en todo sentido un océano de experiencias, reflexiones y motivaciones.
La infinidad de formas, detalles y movimientos que inspiran sus creaciones hace que quiera tener una, dos o más de sus ilustraciones cerca de mi mundo para alegrarme el día. Y así, recordar siempre que entre el movimiento existe el color y en el color, está la vida. Que no se nos escape. Salgamos de la burbuja.