Desierto, salares, géiseres y aguas termales son solo algunos de los atractivos que la ciudad ofrece a los cientos de turistas que visitan cada día la zona.
San Pedro de Atacama es un imán para los cientos de turistas que llegan a la zona atraídos por su arqueología, paisajes y su tan variada gastronomía.
Con 2.500 habitantes, y ubicada en medio del desierto más árido del mundo, cada rincón de este poblado esconde lugares que solo se pueden descubrir recorriendo sus bellas calles.
Bajo el sol resplandeciente y cielos completamente azules, el ambiente alegre se logra sentir cada día.
Puestos de artesanía, artistas y músicos llenan de vida cada espacio de la plaza de armas y las avenidas principales. Y es que aquí se respira naturaleza y aventura en un entorno multicultural.
Muchos turistas que viajan a conocer la zona, terminan quedándose a vivir enamorados de lo tranquilo y mágico que es vivir en uno de los lugares más destacados de Sudamérica.
Paisajes únicos en medio del desierto
Los días en San Pedro de Atacama comienzan muy temprano.
Turistas provenientes de todas partes del mundo se encuentran a la espera de los autobuses que los llevaran a recorrer los distintos atractivos de la zona.
Uno de los destinos imperdibles y –de los primeros que se hacen en el día- es ir a más de 4.500 km de altitud al encuentro de los Geiser del Tatio.
El recorrido para llegar al campo geotérmico es alrededor de 3 horas, pero las horas de viaje valen cualquier sacrificio.
Allí, en las alturas del altiplano, se puede visualizar uno de los amaneceres más bellos del mundo.
El sol se esconde entre fumarolas de hasta 10 metros de alto que se despliegan sobre terrenos de piedra volcánica.
Valle de la Luna
Decretado como Santuario de la Naturaleza decretado en 1982 es un imperdible si vas por primera vez a San Pedro de Atacama.
Su recorrido parte en las Tres Marías, formado de piedras erosionadas por la sal y el viento del desierto.
Unos metros más allá, podemos ir al Anfiteatro para ver el esplendor del Valle desde 40 metros de altura.
Lo que más llama la atención de esta elevación es su fuerte tonalidad rojiza y su irregular forma.
En la tarde, la invitación es ir a la Piedra del Coyote donde podrás observar un atardecer irrepetible y vista en 360 grados del Valle.
Laguna Cejar
Para pasar el calor del día esta es una buena actividad para hacer, solo debes llevar un bañador y toalla.
Ubicado a solo 20 kilómetros de San Pedro de Atacama, podrás vivir la experiencia de flotar en las hermosas aguas de color celeste.
Este efecto es ocasionado por el nivel alto de salinidad en el agua que permite que el cuerpo se mantenga -sin esfuerzo- flotando.
La jornada la puedes terminar con la puesta de sol en la Laguna Tebinquiche, uno de los paisajes preferidos por sus singulares colores al atardecer.
Lagunas Altiplánicas
Las lagunas Miscanti y Miñiques conforman parte de la Reserva Nacional Los Flamencos.
Sus paisajes mezclan el color del agua turquesa, volcanes y hielo producto de las bajas temperaturas.
El área, además, alberga numerosas especies de animales como aves altiplánicas, flamencos y vicuñas.
Termas de Puritama
Si lo que deseas es relajarte puedes ir a las piscinas de agua termal donde podrás conectarte con la naturaleza que las rodea.
Ya sabes, si quieres conocer un pedacito de Chile puedes visitar la zona. Allí encontrarás hermosos paisajes que de seguro te dejaran sin aliento.