El Ballet Nacional de Cuba es la compañía de ballet clásico más importante de dicho país y una de las 5 mejores del mundo. Solo superada por la Ópera de París, el Royal Ballet de Londres, el American Ballet Theatre y el Ballet Bolshoi de Rusia.
Fue fundada en 1948 como la Escuela Cubana de Ballet por la prima bailarina assoluta Alicia Alonso, su marido Fernando Alonso y su cuñado Alberto. Este último fue el primer bailarín profesional de Cuba.
Posterior a la revolución, pasó a ser el Ballet Nacional de Cuba y ha mantenido su prestigio internacional durante décadas, transformándose en una verdadera tradición.
Esto, gracias a la perfecta fusión de la danza teatral con los rasgos esenciales de la cultura cubana.
Su fundadora: Alicia Alonso
Referente del ballet clásico, Alicia Alonso es considerada una de las figuras más destacadas en la danza Iberoamérica.
Ella ha aportado su propio estilo a obras de renombre. Algunas de sus coreografías más recordadas son “Carmen” y “Giselle”, las que han sido representadas, incluso, por otras importantes compañías.
Comenzó a estudiar ballet a los 9 años junto a su hermana. Su nombre entonces era Alicia Martínez, pero luego adoptó el apellido de su esposo, con el que se casó muy joven.
A temprana edad, una enfermedad visual la dejó prácticamente ciega de un ojo. Sin embargo, se las ingenió para continuar su carrera y lucirse por décadas en el escenario.
Su debut a nivel profesional en EUA fue en 1938, donde integró el American Ballet Caravan. Al año siguiente, se incorporó al Ballet Theatre de Nueva York, donde trabajó y estrechó lazos con reconocidos coreógrafos como George Balanchine.
Asimismo, fue estrella invitada de Los Ballets Rusos de Montecarlo y se convirtió en la primera intérprete americana en bailar con el Bolshoi y el Kirov.
Reconocimientos
Alicia Alonso es Embajadora de buena voluntad de la UNESCO. Además, ha recibido la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y la Orden de las Artes y las Letras en Francia, entre muchos otros reconocimientos a lo largo de su carrera.
Sin duda que uno de sus mayores logros es mantenerse hasta la fecha al frente del Ballet Nacional de Cuba.
Adaptarse a los tiempos que corren
Pese a su reconocida fama internacional y lo arraigada que está la compañía en la cultura cubana, cada vez es más difícil preservar su sello. Para algunos, el Ballet Nacional simplemente se congeló en el tiempo.
¿La razón? La edad de su directora general. Alicia Alonso que tiene 98 años y está próxima a cumplir 99.
Pero este complicado escenario se visualiza hace tiempo. De hecho, ya hace un par de décadas que comenzaron a resonar numerosos posibles sucesores, sin llegar a definir nunca uno que lograra realmente continuar con la labor de Alonso.
No obstante, en enero pasado, el Ministerio de Cultura designó como subdirectora artística a la primera bailarina del Ballet Nacional, Viengsay Valdés, de 42 años de edad.
Desde entonces y por primera vez desde su creación, otra persona distinta a Alonso, toma las decisiones artísticas de la institución.
Nuevos desafíos
El reto para Valdés es enorme, porque tendrá la difícil tarea de mantener el legado de Alicia Alonso y a la vez encontrar la manera de darle nuevos aires al ballet.
“Nunca dejaré de admirar la pasión que ella (Alonso) tiene por la danza, desde su forma de expresarse cuando explicaba una emoción o un sentimiento de un personaje. (…) Pienso continuar sus pasos pues pretendo transmitir esos conocimientos que adquirí de ella (y otros maestros) a las nuevas generaciones”.
Explicó la subdirectora a Efe.
La idea es que la renovación ocurra antes de diciembre de 2020, cuando Alonso celebrare sus 100 años de vida. Aunque como las giras se agendan con mucha antelación, por el momento y hasta noviembre al menos, sus presentaciones conservarán el estilo de la fundadora.
“Tenemos más de setecientas piezas en nuestro repertorio. (…) Tal vez algunas son anticuadas, pero algunas son buenas, y también estoy intentando recuperarlas, porque son nuestras”.
Confesó Valdés a The New York Time en español.
Entre las innovaciones, el Ballet Nacional de Cuba contempla colaboraciones con reputadas compañías de Estados Unidos, como el American Ballet Theatre y el New York City Ballet.
“En el futuro próximo, promoveré nuevas propuestas de repertorio que podrían dar alguna que otra alegría”.
Respondió a EFE respecto a las críticas por la rigidez de la compañía y su apego a lo tradicional, Valdés respondió.