Bajo el concepto de hotel boutique, el Tierra Atacama mezcla a la perfección diseño, elegancia, aventura, confort y respeto por su entorno.
A veinte minutos del centro de San Pedro, este exclusivo hotel brinda a sus huéspedes una estadía acogedora e íntima. Su objetivo es ser una experiencia turística y espiritual en el desierto más árido del mundo.
El sello étnico de Hotel Tierra Atacama está plasmado en todos sus rincones. Los interiores -delicadamente decorados en estilo neo-minimalista- exhiben mantas de lana de alpaca tejidas a mano, figuras talladas en roca volcánica y vasijas de barro, que resaltan con elegancia la esencia de los pueblos andinos.
Pero sus encantos no terminan ahí. Conscientes de las riquezas de la gastronomía local, sus chefs tomaron recetas nortinas ancestrales para crear un innovador menú. Todo lo anterior, utilizando ingredientes típicos de la zona que son cultivados -en gran medida- en su propia huerta orgánica.
Considerando el clima y la altura, el restaurante rescata los sabores de la comida altiplánica con platos ligeros, pero de sabores intensos. La carta ofrece ensaladas frescas y coloridas, con granos como el maíz peruano y la quínoa. Además, dispone de una amplia variedad de carnes, pescados, mariscos y platos vegetarianos.
El menú varía a diario. Alrededor de tres opciones de entrada, plato principal y postre deleitan a los comensales. Entre sus especialidades destacan el cordero seco con puré de habas a la menta y el roast beef de avestruz con sálsa tártara. Independiente de la elección, podrás acompañar tu comida con una gran selección de vinos chilenos, reconocidos mundialmente por su calidad, los que se acoplan de manera magistral.
Su arquitectura innovadora recoge técnicas de construcción en piedra y adobe propias de la zona. El restaurante del Tierra Atacama fue construido en armonía con su entorno. Cuenta con paredes de piedra rústica y ventanales amplios para contemplar las mágicas postales del desierto.
El cuidado del medio ambiente es una preocupación permanente para el hotel. El programa de conservación ecológica que controla su huella de carbono considera, entre otras, la reutilización del agua para el riego de sus jardines de especies nativas y cultivos.
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Escrito por Fabiola Basualto M.