La pintura Los rivales (1931), de Diego Rivera (1886-1957), se convierte en la obra latinoamericana más cara vendida en una subasta, cuando se la llevó un comprador misterioso que ofertó por teléfono, la cuál se compró en 9.7 millones de dólares.
Esto sucedió en Christie’s casa de subastas en Nueva York en la que Rivera superó a Kahlo, quien tenía el récord de la obra latinoamericana más cara vendida en una subasta.
“Hace tiempo esperábamos esto, y ahora Frida y Diego están finalmente cuello a cuello”, dijo Virgilio Garza, director de arte latinoamericano de Christie’s. No obstante, esta obra de Rivera no es la pintura más cara de Latinoamérica, ya que el cuadro mejor vendido es Baile en Tehuantepec, (1928), Fue el empresario y coleccionista de arte Eduardo Constantini, nacido en Argentina, quien compró esta obra en 2016 (de manera directa y fuera de subasta) a una colección privada por 15.7 millones de dólares en 2016.