Sin duda lo que el planeta necesita es que todos llevemos un estilo de vida sustentable. Más allá de las tendencias… Eso no quiere decir que tengamos que renunciar a la moda, pero si tener un ojo más critico hacia lo que compramos y consumimos. Sobre todo en las prendas.
El planeta nos está llevando siempre más a una conclusión: hay que respetarlo. Sí o sí. Nos lo está diciendo de muchas formas y creo que todos ya no hemos dado cuenta.
Por esta razón, hablar de moda sustentable es “mucho más que una moda”. Y si lo fuera, sería de esa que nunca se pasan. Evergreen. Y eso porque es nuestro deber y una necesidad a la vez.
Tener un estilo de vida sustentable quiere decir no solo respetar el planeta, sino también sus seres vivientes. Y sí, entre ellos estamos también nosotros. ¿Qué quiere decir comprar moda sostenible?
Empezando por los tejidos sostenibles, los que se pueden definir naturales son el algodón, el lino, cáñamo textil, la lana, la seda o aquellos materiales que para producirlos no contaminen demasiado.
Otro factor importante es el lado social. El respeto a los trabajadores: no a la explotación de las mujeres y de los niños, no a salarios mal pagados, no a condiciones precarias de trabajo.
América del Sur es uno de los mayores productores de lana.
Uruguay, a pesar de ser el segundo país más pequeño del continente latino, tiene un clima perfecto que permite a 6.5 millones de ovejas, la producción de la mejor lana merina de Latinoamérica.
Argentina, tiene una de las áreas más importantes del mundo, especializadas en la cría de ovejas: los rebaños de ovejas merinas pastan libremente y sin ser molestados en las vastas estepas de la Patagonia, hasta el pie de los Andes. Y es precisamente en esta naturaleza hermosa y salvaje donde nació la marca Animanà.
Animanà, es una marca de moda nacida en 2009 como herramienta para el desarrollo local: el objetivo principal es ser un puente entre las comunidades de pequeños artesanos, los productores de la Patagonia y los Andes, con las ciudades cosmopolitas. En las ciudades, la demanda de telas y alta artesanía, en los anos se ha hecho más fuerte.
Adriana Marina es la fundadora de la marca.
Nació en la Patagonia en la casa de rancho construida por su abuelo. Cuando tenía cuatro años, sus padres se mudaron a Buenos Aires, pero ella regresaba cada verano para ayudar a la granja.
Sus estudios en Latinoamérica le dieron el conocimiento necesario para poder ir a Europa y estudiar mejor como apoyar su país pero sobre todo como poner bajo una nueva luz la riqueza de la Patagonia. El ambicioso objetivo de ayudar a los artesanos en los Andes, lo trae en 2008, un momento terrible para poner una empresa y empezar con una marca de moda.
Adriana empezó a construir una red de cooperativas pequeñas y medianas en Argentina, Perú y Bolivia, trabajando con artesanos para diseñar suéteres para ferias europeas. El core business de la marca seguramente la procesión de fibras naturales de los Andes, cada pieza refleja un modus operandi y modus vivendi coherente con el estilo de vida que trasmite. Respetuoso, sustentable pero sobre todo único.
Adriana siempre ha vendido sus productos a su manera. Hasta que su hijo Zambruno la convenció de abrir una boutique en el refinado distrito turístico de Buenos Aires. Esta pequeña boutique sirve como un catálogo completo de fibras naturales y artesanías de los Andes. Hay estantes minimalistas de suéteres de cachemir suaves o montones de mantas enrolladas.
El compromiso de contribuir al desarrollo local en un contexto global ha llevado Adriana a comprender la importancia de su rol en la industria de la moda sostenible. La moda que toda nueva generación busca con afán por ser portadora de valores que el planeta necesita.
¡SÍGANLOS EN INSTAGRAM PARA CONOCERLOS MÁS!
Fotos vía www.Animaná.com