En tiempos de contagio, me gusta pensar que no dejamos de amarnos entre nosotros. Lamentablemente con las últimas ocurrencias en el mundo, esta afirmación parece casi un sueno. ¿Cómo es posible que el amor no sea un trend que todos quieran seguir? Algo así como un hashtag, o como un video viral de Tik Tok…
A pesar de eso, no quiero rendirme. En esta columna se habla de amor moderno y contemporáneo, así que:
PUT YOUR LOVE GLASS ON!
Hoy les quiero hablar de amor en tiempos de Coronavirus.
Hay quienes literalmente se la pasan todo el día en las redes sociales comunicando con sus medias naranjas a través de memes, fotos, recuerdos, retos etc. Hombres caballerosos que bailan en el techo para divertir sus amadas; parejas que juegan en el balcón…
Al parecer Cupido sigue trabajando activamente. Los flechazos de Cupido del amor siguen alimentando esa creatividad que mantiene unidas las parejas en estos tiempos.
Pero antes de seguir, quiero asegurarme que realmente tengas puest@ los lentes del amor. Primer pregunta:
El destino seguramente es el mejor guionista de esta película llamada Vida. Y cuando se junta con Cupido, no te dejes escapar la oportunidad. ¡Aprovéchala! ¿Qué sensación más hermosa que el amor puro y tierno de los comienzos? Si crees en el amor a primera vista, cruza los dedos porqué hasta con el Coronavirus, hay posibilidades que esos dos burlones del destino y de Cupido se junten y te regalen esa magia.
Nos lo explica Jeremy Cohen. Gracias Jeremy de parte de todas nosotras por regalarnos momentos tan lindos y largos de “awwwwwww” cuando vimos tu video. Así es, Jeremy desde Nueva York se enamoró de una chica que vivía a pocas casas de distancia de la suya. Se enamoró de ella mientras la vio bailar en la terraza de su edificio. Los detalles los encuentras aquí en el video, miralo para que te juntes al coro de “awwwwww”.
También tenemos el ejemplo más romántico en Italia donde la historia de Paola y Michele en Verona, tiene algo en común con Romeo y Julieta. Largas serenatas desde el balcón con tan solo un violín y una sonrisa. Empezaron con citas por el balcón y hoy, por fin ya se pueden ver.
Como en la novela de Márquez, estas historias de amor son un himno a la vida, el optimismo y la fantasía. Afortunadamente para ellos, las parejas enamoradas no tendrán que esperar cincuenta y tres años para reunirse.
Pero ahora me toca a mí. Me gustaría contarles mi historia de amor, aunque si lamentablemente yo no soy la protagonista. A demostración que cuando te pones los lentes del amor, empiezas a ver amor por todas partes. Ahí les va.
Yo vivo en la planta baja y, por desgracia, no tengo terrazas. Durante el confinamiento la única consolación era el jardín del condominio. Créanme si les digo que he pasado horas esperando Cupido. Pero nada. Ningún amor a primera vista. Sin embargo, tuve el honor de ser testigo de una verdadera historia de amor en tiempos de cuarentena.
EL GALEÓN DEL GATO NEGRO
ESTÁ LISTO PARA SU PRIMER VIAJE
Agárrate fuerte porqué nos vamos a Milán. Exactamente en el centro, en la esquina de mi casa.
¡Definitivamente sería un pug! Ahora les explicaré por qué.
No estoy loca, pero tengo la extraña pasión de fotografiar parejas … ¡tarde o temprano alguien mal interpretará mis intenciones y me denunciará por acoso!
Tienen que saber primero de todo que en Italia, la única forma de salir de la casa era sacar a pasear al perro. Así que todos los días, este valiente caballero, armado con perro y correa, fue a visitar a su amada, cumpliendo plenamente con las restricciones.
Separados por la reja y armados con una máscara, los dos adolescentes hablaron toda la tarde. Solo con el deseo de mirarse a los ojos y cultivar esa relación tan pura y tierna.
Mientras corría camino a casa en circuito, con cada vuelta me enamoraba más de ese sentimiento puro que veía, Esa simplicidad que los adultos olvidamos con el tiempo.
El 17 de mayo, la noche antes del final del encierro en Italia, presencié su único beso. Ok, admito la lágrima en ese momento era inevitable.
Nos enseña que la pandemia no es pretexto para cultivar los sentimientos y menos, demostrarlos. Hay solo que ser creativos. Querer es poder decía un sabio.
¡Cuéntenme sus historias de amor en tiempos de cuarentena!
¡Los espero!