Defensor del medio ambiente, pionero en el uso de textiles ecológicos y un gran apasionado de la literatura, así es el diseñador Adolfo Domínguez.
Adolfo nació rodeado de la sastrería familiar en Trives. Estudió arte y cine en París durante la época del rock inglés. Su primera fuente de inspiración surgió de diseñadores japoneses de los cuales adoptó la sobriedad y la libertad.
En 1976 abrió su primera tienda en la ciudad de Ourense y a su vez, su primera colección de hombre salió a la luz para comenzar a “vestir a la inmensa minoría”. Es el primer diseñador español en comercializar sus productos bajo su propio nombre.
“Para mí, la manera en que vestimos refleja lo que somos. Y en cada rostro está escrita la historia de cada ser humano. Quise que mi ropa fuera una segunda piel y de ahí mi eslogan de la arruga es bella”.
Actualmente tiene más de 700 puntos de venta distribuidos en 48 países.
Para ser acreedor de este premio se valora la calidad de sus creaciones y las actividades más famosas distinguidas, sus propuestas innovadoras y su aportación al ámbito artístico, cultural.
El jurado estuvo conformado por Román Fernández-Baca Casares, director general de Bellas Artes y Begoña Torres González como vicepresidenta, la subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes.
Así como, los vocales involucrados; Miguel Adrover Barceló ganador del Premio Nacional de Diseño de Moda, Modesto Lomba presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España. También, Miren Arzalluz directora del Palais Galliera en Paris y la artista contemporánea María Ortega, directora de World Textil Art.
Galardonado por su trayectoria profesional y su “importantísima expansión internacional, en el que se le reconoce su capacidad y sensibilidad para difundir el diseño y creación de moda española” según el jurado.