Dos noches al año los mexicanos celebran a las personas que
ya no están con ellos, mediante una fiesta en su honor, honrando su memoria.
Aquí te explicamos como lo hacen.
La celebración es considerada parte de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO desde 2003.
Su origen data mucho tiempo antes de la conquista de los españoles, ya que se tenía la creencia que las almas de los difuntos regresan del inframundo. La celebración se dividía en Miccailhuitntli, fiesta de los pequeños difuntos y Ueymicailhuitl, fiesta de los difuntos más grandes.
OFRENDAS
Mediante las ofrendas se busca el reencuentro en la misma
dimensión entre vivos y muertos. Los elementos que no pueden faltar son:
La tradicional flor de cempasúchil. Ayuda a los difuntos a encontrar el camino hacía su ofrenda gracias a su color y olor.
Velas o cirios. Deben de ser color blanco ya que simboliza la pureza del fallecido. También, es la luz que guía el alma para llegar al altar y los ayudará en su regreso.
Calaveritas de azúcar. Es la representación de a quien se le dedica el altar, algunas calaveritas llevan el nombre en la frente.
Una fotografía. Es importante colocar en alguna parte del altar la foto de la persona a la que se le dedica. Generalmente se pone en la parte más alta.
Vaso con agua. Se dice que ayuda a quitar la sed y también fortalece al alma en su regreso.
Incienso. Se considera que su fragancia limpia y purifica el ambiente, a su vez, ahuyenta los malos espíritus.
Cruz. Se ubica en el piso justo frente al altar. Esta puede ser de ceniza, sal o pétalos.
Comida. Preparan los platillos favoritos del espíritu para que se alimente con los aromas.
Sal. Es considerado para purificar y ayuda en el traslado para que su cuerpo no sea corrompido. Además, es un elemento esencial en la celebración.
Papel picado. Con diferentes dibujos, formas y figuras; es el representante de las tradiciones mexicanas.
Se dice, que al final de la noche las almas se alimentan de la esencia de estos objetos.
ALTAR DE MUERTOS
Tradicionalmente el altar se pone la noche del 31 de octubre para recibir las almas de los niños que llegan el 1 de noviembre y la de los adultos el 2 de noviembre. Así que, se retira hasta el 3 de noviembre.
Las ofrendas se ponen sobre un altar que puede ser de dos pisos, estos representan la tierra, el cielo y el purgatorio. También, puede ser de 7 pisos y este representa las etapas que el alma debe pasar para obtener descanso.