¿Alguna vez has sentido una sensación de alegría al ver las luces fluorescentes de la ciudad? ¿Has querido entrar a algún lugar únicamente por las luces que lo adornan? Son exactamente estos efectos los que el artista neoyorquino Dan Flavin ha logrado reproducir en nuestros cuerpos. Esas sensaciones que solo la luz y los colores nos ofrecen, el artista las ha escogido como su lienzo, y lo ha hecho muy bien.
Hoy en Velvet Magazine daremos un paseo por la vida de Dan Flavin y las muchas luces con las que diseñó su obra.
ENTRE NUBES Y ARTE
Antes de ser un artista sorprendente, original por sus piezas hechas con luces, Dan Flavin fue técnico meteorológico de las Fuerzas Armadas de USA, fue repartidor de correos, guarda de seguridad, y además, operador de un elevador.
Para Flavin el arte era algo que había estado presente desde sus primeros años. Sus padres, inmigrantes de Irlanda y Alemania, siempre supieron reconocer en su hijo esa vena artística. Al graduarse de la escuela y enlistarse para el ejército estadounidense, tuvo la oportunidad de visitar distintos museos de arte. Sin embargo, aún no llegaba su momento.
Dan Flavin empezó su carrera artística en los años 50’s durante su paso por el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) . Allí fue operario de un elevador y guarda de seguridad. Estas dos últimas profesiones fueron las que le dieron el empujón que necesitaba para convertirse en el genio creativo que hoy recordamos.
No fue cualquier guarda de seguridad, ni cualquier operador de ascensores. Dan Flavin trabajó en estos cargos para terminar topándose con artistas increíbles que le supieron guiar hasta convertirse en el artífice de ambientes iluminados.
OBRAS Y COLECCIONES
Las nuevas tecnologías y la maquinaria que traía consigo la revolución industrial, fue para muchos, una gran sorpresa. Pero para Dan Flavin fue la llegada de su materia prima: las luces fluorescentes.
No siempre el creador trabajó con estas luces que lo hacen tan memorable en nuestros días. Sus primeras obras, entre estas ICONS, fueron creadas principalmente con otro tipo de luces. Fue gracias a los nuevos movimientos industriales que el artista pudo pasar a otro tipo de luces.
El arte de Dan Flavin empezó queriendo representar la guerra y la destrucción. Con el tiempo, esta inspiración se fue transformando para querernos mostrar distintas situaciones, como él mismo exponía.
El consumismo y la producción en masa fueron el siguiente motor para sus obras y logró exponerlos de la única forma en la que Flavin sabía hacerlo: Minimalista y con luces. Recordemos que a este artista se le considera como uno de los pioneros en el movimiento minimalista; y por lo tanto, un ejemplo a seguir.
Fueron muchas las exposiciones, obras e instalaciones que pusieron al creador en boca de todos; una de ellas Diagonal of May 25, presentada en la Green Gallery de Nueva York. Luego en 1968 llegaría Documenta 4 que fue expuesta en Kassel, Alemania. Hasta hoy, Documenta 4 es una de las exposiciones de arte más importantes del mundo y del estilo minimalista.
AMBIENTES TRANSFIGURADOS
Existen muchas más obras de Dan Flavin que sorprendieron al mundo y que son veneradas hasta hoy. Es su obra Untitled, el artista crea ambientes y una atmósfera en particular. Esta pieza sería una de las principales características de su obra: la exposición de sensaciones a través de la creación de ambientes iluminados.
En todo caso, las obras de Flavin han logrado transformar espacios. Sus piezas han sido escogidas para enaltecer distintos lugares. Por ejemplo, la instalación permanente creada para La Iglesia Baptista de Bridgehampton, este lugar se convertiría posteriormente en el Instituto de Arte Dan Flavin.
A pesar de la sorpresa que causaban sus obras, podría decirse que su obra principal es la iluminación para el Guggenheim Museum de la ciudad neoyorquina. Esta obra fue realizada por el artista en 1992 para la reapertura del museo.
Las luces y los ambientes que Flavin ha construido para nuestro deleite, son resultado de una vida en donde el arte siempre estuvo visitándolo. Hasta que él mismo dio el gran salto.
Las luces rosas, azules, rojas y amarillas que fueron su materia prima, son para nosotros, el espacio en dónde las sensaciones se iluminan.