Por lo general el oro esta asociado con la idea de lujo y belleza, para algunos chefs es el elemento ideal para platillos únicos; y para los comensales una excentricidad, que da estatus y poder.
Aunque la tendencia esta creciendo, te aclaro que no es nueva. El consumo de oro es una costumbre ancestral de diversas culturas, por ejemple: Egipto, China, India, entre otras.
Para los egipcios el brillo del oro evocaba el resplandor del dios ‘Ra’, dios del Sol y de la vida. La medicina tradicional en China, le atribuye propiedades sobre la longevidad; en India, se creía que su consumo atraía los favores de los dioses.
El oro considerado comestible deberá ser entre 22 y 24 quilates; es químicamente inerte y no tendrá reacción dentro del cuerpo. Simplemente pasará por el proceso digestivo y no se absorberá.
El oro comestible se utiliza en muchos restaurantes gourmet y eleva el precio de los alimentos en los que es utilizado exponencialmente. Un destello de oro real arrugado sobre un trozo de chocolate o en una bebida lo volverán más especial.
El oro comestible tiene el código E175 y es reconocido como un aditivo alimentario, por ejemplo no contiene gluten y ‘cruelty free’. Actualmente 10 miligramos cuesta alrededor de $1,400 pesos. Lo encontraras en laminas, hojuelas y hasta en polvos.
A menudo se usa para cubrir dulces enteros como chocolates hasta en algunos tacos. Como el taco del hotel Frida del Resort Grand Velas (Los Cabos) con una tortilla hecha de oro, caviar y trufa blanca.
O un cupcake de Bloomsbury, ‘Golden Phoenix’ (Dubai) que se valora en poco más de 340 mil pesos. Hecho de chocolate, hojas de oro, fresas y polvo de oro comestible.
El oro comestible no solo será un lujo para tu paladar, será una experiencia única que no debes dejar pasar, ¡Valdrá la pena el ‘golden touch’ !
ESCRITO POR: JULIANA YEE