¿Tienes ganas de hacer una pausa?, ¿siempre has querido conocer la cosmopolita Ciudad de México? ¡Llegó la hora de hacer las maletas! En Velvet Magazine te recomendamos un encantador hotel boutique con suites temáticas para que te regales unas merecidas vacaciones: Ignacia Guest House.
El hotel es un Bed & Breakfast ubicado en la calle Jalapa de Colonia Roma. Además de ser un hermoso barrio arbolado, este es uno de los más seguros de la ciudad. Recorrer a pie los alrededores es un panorama encantador, tanto de día como de noche. El vecindario deslumbra a sus visitantes con su arquitectura neoclásica, art nouveau y art déco.
La casona construida en 1913, es dueña de una estética extraordinaria que fusiona la historia y las tradiciones mexicanas con el diseño contemporáneo. Esta exquisita mezcla le ha valido reconocimiento internacional por su arquitectura, restauración y decoración.
La personalidad del hotel se refleja en cada rincón. Al entrar, sus muros bloquean el bullicio exterior y el ajetreo citadino se vuelve silencio, privacidad y armonía, brindando un descanso sublime para el cuerpo y la mente.
De este modo, los huéspedes olvidan sus preocupaciones y se sumergen en un entorno histórico, rodeado de hermosos jardines de cactus y repleto de espacios para disfrutar de la tranquilidad.
En sus interiores destacan la diversidad e inclusión, pues diferentes y, en algunos casos, excéntricos objetos conviven natural y complementariamente entre sí. Su estilo lo definen tres ejes: lo clásico, lo vanguardista y la artesanía mexicana.
Ignacia Guest House tiene un espacio central de convivencia y relajo; terrazas privadas, un bar y un patio con un espejo de agua, que separa la construcción antigua de la nueva. Asimismo, cuatro habitaciones y una suite principal se conjugan a través de paletas monocromáticas claramente establecidas.
Por su parte, el comedor -con capacidad para diez personas- fue pensado como un espacio de reunión y probablemente es la habitación más sobria del hotel y junto a su pequeña cocina, son el espacio más importante, ya que son el núcleo de la casa.
La cocina del hotel es un encanto al que -sin duda- debes sucumbir. Imagina despertar gradualmente con los incipientes rayos de sol que asoman por la ventana. Levantarte y tomar desayuno en una mesa comunal bajo la acogedora sombra de un aromático naranjo. Así comienza el día en Ignacia Guest Home.
Bajo la filosofía de “hecho en casa” y con el sello mexicano, sus preparaciones -desde condimentos y salsas hasta pan, jugos y platos- son elaborados por ellos con ingredientes locales, provenientes de los mercados tradicionales de la zona.
Lo anterior, convierte la hora de comer en un deleite sensorial. En consecuencia, los sabores de los tacos, tamales, chilaquiles y otros platos vasta tradición, pero menos conocidos, se tatuarán en tu memoria y se te antojarán aun cuando ya hayas vuelto a casa.
De igual modo, al caer la noche, su bar al aire libre espera a los visitantes con un delicioso cocktail distinto cada velada. Ideal para compartir en grupo.
Este elegante hotel boutique debe su nombre a su querida ama de llaves, cocinera y niñera Ignacia, quien vivió y trabajó en la casa durante más de 70 años. De hecho, en la recepción hay un grabado en madera que muestra a la mujer cuando era joven y otro donde ya es mayor.
Sin embargo, poco se sabe de Ignacia. Cuenta la historia que nació en 1914 y a los quince años llegó a la casona desde provincia. Fue la ama de llaves de la casa hasta que murió en 2000.
Ignacia dedicó tal devoción a la casa que se convirtió en parte de ella. Pese a los cambios de dueños, la mujer permaneció en la casona y fue la persona que más tiempo la habitó ininterrumpidamente. Además, los naranjos del jardín la surtieron para preparar su emblemática mermelada.
Si esta nota te despertó el interés, haz tus reservas al +52 55 5584 2681. Para más información, ingresa al sitio de Ignacia Guest House.
Escrito por Fabiola Basualto M. / Fotografías de Ignacia Guest House