Aunque las palabras “biblioteca pública” suelen remitir a un espacio cerrado y hecho de ladrillos o concreto, esta imagen no podría ser más diferente de la Biblioteca Kaeng Krachan, un espacio público localizado en la provincia de Phetchaburi, Tailandia, cuyo principal atributo es su estructura translúcida.
Esta singular construcción mira a la espléndida selva a su alrededor desde una envidiable vista de 360 grados y fue creada para los miembros de la comunidad que le da su nombre, de la mano del arquitecto Thai Jun Sekino.
Siguiendo los preceptos de funcionalidad, durabilidad y estética; el diseño de esta biblioteca se conceptualizó como un pabellón de nueve cubos internos conectados entre sí bajo un gran techo; formando una gran caja rectangular abierta en todas las direcciones.
Los cubos que forman las cuatro esquinas funcionan como estanterías; mientras que los laterales sirven como las áreas de lectura. Al centro se encuentra el área administrativa, en la que el bibliotecario puede supervisar a los visitantes y realizar sus tareas; además de moverse con fluidez de un cubículo a otro de la biblioteca.
Con respecto a los materiales de la biblioteca, Sekino empleó láminas corrugadas transparentes de policarbonato, madera y acero; todos fáciles de encontrar en el área, pero lo bastante resistentes a las lluvias y vientos durante la estación monzónica.
El resultado es una biblioteca con una estructura robusta que permite aprovechar la orientación del sol para crear una iluminación natural privilegiada y que circule el aire, en un ingenioso ejemplo de ahorro energético. De igual forma, la contextura translúcida de la biblioteca hace que ésta se funda con el paisaje; creando una atmósfera cómoda y tranquila para sentarse a leer.
En un país donde abundan los destinos turísticos, no hay duda de que la biblioteca Kaeng Krachan es una parada obligada para los bibliófilos, amantes de la naturaleza y del diseño.
Escrito por Lorena Caraballo