Enero fue el mes de estreno para la tan esperada novela del escritor francés Michel Houellebecq, después de su última obra publicada hace cuatro años titulada “Sumisión”.
El autor dibuja a Florent-Claude como un ingeniero agrícola que detesta su nombre y trata su depresión con Captorix, un antidepresivo que estimula la producción de serotonina, sin embargo frena el apetito sexual como efecto adverso.
El viaje narrativo comienza en Almería, España, con descripciones eróticas de chicas veinteañeras que despiertan el placer sexual en Florent-Claude y a partir de ahí conversa en recuerdos de sus antiguas relaciones amorosas.
Más allá del eje central amor, sexo, amor, el ambiente descrito revela a manera de reflexión el actual modo de vida europeo, y como una catástrofe global en materia política puede afectar también las catástrofes individuales, etiquetando así al europeo como un ente que vive en soledad.
“Cuatro horas después de la apertura, la librería Ici, en los Grandes Bulevares de París, había vendido 50 de los 200 ejemplares de los que disponía el viernes”
Agencia EFE
La novela en su edición en español corre a cargo de la editorial Anagrama, la cual en la contraportada del libro cita al escritor noruego Karl Ove Knausgård, quien hace una crítica sobre las creaciones de Houellebecq.
“Lo que me impide leer los libros de Houellebecq y ver las películas de Von Trier es una suerte de envidia. No es que les envidie su éxito, pero leer esos libros y ver esas películas sería un recordatorio de lo excelsa que puede ser una obra y lo muy inferior que es mi trabajo”.
Karl Ove Knausgård
Clarissa Cueva Pelayo
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